En su primer día como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump emitió una serie de órdenes ejecutivas que incluyeron la polémica decisión de renombrar dos icónicas ubicaciones geográficas: el Golfo de México pasará a llamarse oficialmente “Golfo de América”, y el monte Denali retomará su antiguo nombre, “Monte McKinley”. Estas modificaciones, confirmadas el 24 de enero por el Departamento del Interior, buscan, según la administración, preservar el patrimonio de los Estados Unidos y rendir homenaje a sus héroes históricos.
Google implementará los cambios en Maps
La compañía Google ha anunciado que actualizará los nombres de estos lugares en su plataforma Maps siguiendo las directrices del gobierno estadounidense. Un portavoz de la empresa explicó que los usuarios en Estados Unidos pronto verán el “Golfo de América” y el “Monte McKinley” reflejados en el sistema una vez que el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS) publique las modificaciones oficiales.
En México, sin embargo, el nombre del golfo continuará apareciendo como “Golfo de México”. Para los usuarios fuera de Estados Unidos y México, la plataforma mostrará ambos nombres dependiendo de las configuraciones locales. Esta política responde a la práctica de Google de ajustar los nombres según las fuentes gubernamentales de cada país, manteniendo las denominaciones locales en regiones donde los nombres oficiales difieran.
GNIS: El estándar oficial de los Estados Unidos
El GNIS es el sistema encargado de gestionar los nombres geográficos oficiales de Estados Unidos, incluyendo los 50 estados, el Distrito de Columbia, territorios dependientes e incluso áreas como la Antártida. Este estándar regula cómo deben identificarse oficialmente las características geográficas dentro del ámbito federal.
Polémica internacional
La decisión de renombrar el Golfo de México como “Golfo de América” ha generado controversia no solo dentro de los Estados Unidos, sino también en México y otros países. El Golfo de México, compartido por Estados Unidos, México y Cuba, tiene un fuerte significado cultural, geográfico y político para la región. Por ello, muchos cuestionan la necesidad y el impacto de este cambio.
Mientras tanto, Google ha dejado en claro que continuará mostrando el nombre local en países fuera de Estados Unidos, lo que refleja su compromiso de balancear las modificaciones oficiales con la realidad cultural y política de cada región.
Reacciones y contexto
Las redes sociales han sido el escenario de intensos debates desde que se anunciaron los cambios, con usuarios que cuestionan tanto las razones como las implicaciones de estas decisiones. Para muchos, renombrar el Golfo de México es visto como un acto simbólico de apropiación, mientras que otros lo interpretan como una medida más del discurso nacionalista de Trump.
La implementación de estas modificaciones, tanto por parte del gobierno estadounidense como de Google, marca un nuevo episodio en la narrativa política y cultural de Estados Unidos en el contexto global.
