Ciudad de México.- Un fallo informático de gran magnitud, atribuido a una actualización defectuosa del software de ciberseguridad CrowdStrike Falcon, desencadenó el viernes una ola de interrupciones en servicios esenciales a nivel mundial. Aerolíneas, bancos, empresas de telecomunicaciones e incluso los Juegos Olímpicos de París se vieron afectados por esta avería, que causó retrasos en vuelos, problemas en sistemas de facturación y caos en aeropuertos.
Microsoft, cuya plataforma en la nube Azure aloja el software de CrowdStrike, confirmó que el problema se originó en una actualización de contenido para usuarios de Windows. Aunque la compañía aseguró haber identificado y corregido el fallo, las acciones de CrowdStrike se desplomaron un 20% en las operaciones previas a la comercialización.
La magnitud del fallo puso de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura global ante problemas en un único proveedor de servicios. Expertos en ciberseguridad destacaron la necesidad de diseñar sistemas más resistentes a este tipo de fallos, que pueden afectar simultáneamente a múltiples sectores.
A pesar de la gravedad de la situación, la agencia francesa de ciberseguridad ANSSI descartó la posibilidad de un ciberataque como causa del fallo. No obstante, el incidente dejó en evidencia la dependencia crítica de numerosos sectores de un solo proveedor de software y la necesidad de mejorar la resiliencia de los sistemas ante este tipo de eventos.