El pasado jueves 22 de febrero dio inicio el registro para el padrón de beneficiarios del programa de captación de agua “Cosecha de lluvia”, en la colonia Fuego Nuevo, como parte de los programas sociales de corte ecológico, llevados a cabo por parte del gobierno de la alcaldía Iztapalapa y la Secretaría de Medio Ambiente.
Esta primera etapa fue llevada a cabo por personal de la territorial Culhuacán, en la calle de 3a cerrada de Emilio Berliner, donde se dieron cita más de 50 personas pertenecientes a la colonia antes conocida como la LEA, así como algunos vecinos faltantes de la 12 de Diciembre, con la intención de recibir la instalación de la infraestructura para captar la lluvia.
Según lo dicho en el evento por la Servidora del Pueblo, Mónica Monje Guzmán, se ha intentado informar a la ciudadanía sobre la importancia que tendrá en un futuro pertenecer a la comunidad de “Cosecha de lluvia” mediante el trabajo de campo de ella y de su compañero Alfredo Morales Arellano, sin tener una respuesta realmente satisfactoria por parte de la población ya que muchos vecinos no están interesados.
También se mencionó que no todo el territorio de la Fuego Nuevo está contemplado para la aplicación del programa, sino que, basándose en una media obtenida a partir de los reportes diarios de falta de agua, se buscará beneficiar a las calles con mayor escasez del vital líquido.
La segunda parte del proceso, en la cual se llevarán a cabo las revisiones de los domicilios cuyos dueños se registraron al programa, podría tardar aproximadamente mes y medio.
Entre los comentarios hechos por los vecinos al respecto del problema causado por la falta de agua, se expresaron las preocupaciones que tiene la comunidad por los nuevos edificios de Instituto Nacional de Vivienda, construidos sin acuerdo vecinal, ya que aumentan dramáticamente el consumo del recurso de por sí ya escaso; así como la disminución de la presión del suministro incluso en los días que supuestamente debería entregarse de forma regular.
El programa de cosecha de lluvia lleva desde el año 2019 con un presupuesto de 200 millones de pesos para su aplicación en la CDMX y es un intento de vanguardia ecológica, cuyo propósito es dar parcial solución al problema de la falta de agua en las colonias más afectadas de la demarcación.
