La mañana del lunes en Colima, un conductor de Uber compartió una conmovedora historia a través de TikTok que lo llevó a soltar lágrimas. Como conductor de taxi y servicio de transporte por aplicación, había escuchado innumerables anécdotas de pasajeros, pero esta en particular tocó su corazón.
El joven relató que, alrededor de las 10:00 de la mañana, decidió hacer una parada en una lonchería para desayunar. Pidió un café y una torta, pero olvidó apagar la aplicación de Uber en su teléfono. Justo en ese momento, recibió una solicitud de viaje, y como la plataforma penaliza rechazar viajes, decidió llevar consigo la comida para comerla más tarde.
Al llegar al lugar indicado por la aplicación, se encontró con una mujer mayor sentada en la acera con cinco bolsas negras. Mientras esperaba a que su cliente saliera, notó que la señora estaba llorando y se secaba las lágrimas con el mandil que llevaba puesto. Desde la ventana de una casa de dos pisos, alguien observaba la escena pero no salía. Luego, recibió un mensaje.
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“Me dijo: ‘No voy a salir, vas a llevar a una persona que está aquí afuera, vestida así y así’. Estaba describiendo a la viejita. Me dijo: ‘La vas a llevar a la ubicación que te indiqué'”. Bajó del auto y se acercó a la mujer llorando, extendiendo su mano y diciendo: “Hola señora, buenos días, la voy a llevar a donde necesite”. La mujer volteó a mirarlo y comenzó a llorar aún más.
La abuela le explicó que no quería irse, que solo se había hecho pipí y quería asegurarse de que su hija supiera que no había hecho nada malo. Le ofreció lavar su ropa y afirmó que solo se había hecho pipí, que no había hecho nada malo. El conductor ayudó a cargar las cosas de la anciana en el maletero y la ayudó a levantarse, notando que su ropa estaba mojada. Le colocó una toalla en el asiento para que pudiera sentarse cómodamente.
Una vez dentro del automóvil y antes de partir, la señora bajó la ventanilla y bendijo la casa desde afuera. Luego, el viaje comenzó y la anciana comenzó a contarle lo sucedido. Resulta que su yerno se enfureció porque se había hecho pipí en la ropa. A pesar de ser una persona mayor con incontinencia, su yerno comenzó a gritarle y le dijo que ya no la soportaba, que se fuera de la casa. Su hija no la defendió y solo se quedó viendo sin decir nada mientras su esposo la insultaba, diciéndole que no servía para nada y que era una carga por hacerse pipí en la ropa.
La abuelita se había levantado a las 5 de la mañana como de costumbre para preparar el desayuno para sus nietas y preparar el lonche para su yerno. Fue en ese momento cuando ocurrió el incidente y se hizo pipí en la ropa. Cuando su
