En el vibrante centro de Oaxaca, un lugar ha sobrevivido al paso del tiempo, las crisis y los cambios de nombre, pero nunca ha perdido su esencia. Ese espacio es ahora conocido como Mandrágora, un foro que, como su nombre lo indica, es una raíz viva que se niega a morir, germinando entre lo inesperado y desafiando la adversidad.
La historia de este lugar comienza con Ribbon, un bar que rápidamente se convirtió en un referente para quienes buscan algo más que lo común. Desde sus inicios, ha sido comandado por el buen Iorch Gomo, quien ha mantenido vivo el espíritu del lugar, a pesar de las múltiples transformaciones y cambios de administración.
Una de estas transiciones ocurrió cuando el espacio fue adquirido por la marca de mezcal Ilegal Mezcal, quienes —en un acto de suprema creatividad, lo rebautizaron como “Bar Ilegal”.
Sin embargo, ni las pandemias ni las malas decisiones pudieron sofocar la llama que mantenía vivo este foro. Gracias a la pasión y visión de Iorch, Chepe y un círculo de amigos fieles a la música y a la escena local, el lugar ha resistido, transformándose en un espacio donde la música independiente tiene voz y donde los artistas oaxaqueños encuentran un hogar para atreverse a crear y compartir sus propias canciones.
Mandrágora es mucho más que un bar. Es un foro cultural que ha gestado momentos memorables para la escena underground, invitando a proyectos alejados del mainstream nacional y acercando propuestas auténticas a los oaxaqueños. Este espacio se ha convertido en un punto de encuentro para almas creativas, un lugar donde la magia, la mística y la resistencia se fusionan para dar lugar a experiencias inolvidables.
Hoy, Mandrágora sigue floreciendo, lista para recibir a quienes buscan descubrir algo diferente en el corazón de Oaxaca. Si alguna vez has querido sentir el pulso real de la escena local, este es el lugar para dejarte envolver por su atmósfera única. Ven, descubre Mandrágora… donde las raíces siguen vivas y la música nunca deja de sonar.