Bajo la consigna “Ni beneficiarios ni becarios; trabajadores del estado”, cerca de 100 protestantes se congregaron ayer a las afueras del Palacio de Bellas Artes, con máscaras y cubrebocas, para marchar por las calles del primer cuadro de la CDMX y denunciar la precarización laboral existente en la red de Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES), uno de los programas estrella del gobierno de Claudia Sheinbaum, a quien solicitaron una reunión para exigir el reconocimiento de sus derechos laborales.
“Pareciera que los ‘beneficiarios facilitadores de servicios’, como se nos llama a los trabajadores, docentes, talleristas, monitores que laboramos en PILARES dejamos de ser ciudadanos para convertirnos en esclavos modernos ya que el programa vulnera nuestro derecho al trabajo digno”, dijeron en un comunicado, y es que a pesar de ser reconocidos como becarios o beneficiarios, cerca 3000 personas que laboran en este programa cumplen con horas de trabajo semanales, realizan planeaciones de trabajo y entregan reportes mensuales.
Durante la protesta, los manifestantes pidieron el despido del director de Vinculación Comunitaria Benjamín González Pérez, y de la subdirectora de la Red de Faros, Yojana Melchor, a quienes acusaron de tomar represalias en más de una ocasión contra trabajadores que decidieron denunciar las irregularidades del programa.
“Entre las cosas que exigimos están que no haya represión; que se reconozca la relación laboral que se encuentra detrás del programa; que se otorguen los insumos necesarios para nuestro trabajo, los cuales son cubiertos por nosotros mismos; además de garantías de seguridad, porque al final de cuentas trabajamos en puntos con altos índices de delincuencia, donde se pretende revertir la situación a través del arte y la cultura.”, declaró uno de los trabajadores que pidió no mencionar su nombre.
Ya que este programa funciona a través de una convocatoria anual, los trabajadores afirmaron que hay una gran incertidumbre acerca de la continuidad de sus empleos para el próximo año.
“Ahora empiezan las listas negras, donde no contratan a quienes han estado protestando. Hay talleristas que trabajan muchísimo y entregan todos sus reportes y hay gente aviadora que por cercanías a las autoridades siguen en el programa”, agregó.
La protesta culminó con la entrega de un pliego petitorio entregado a las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, con el que esperan tener contacto el próximo miércoles.