El Cairo.- Mientras continúan los bombardeos y las negociaciones parecen un eco lejano, los líderes de Francia, Egipto y Jordania se reunieron este lunes en El Cairo para hablar sobre lo que debería pasar cuando todo esto termine —si es que termina. La propuesta: que Gaza sea gobernada únicamente por la Autoridad Palestina.
Según una declaración conjunta del presidente francés Emmanuel Macron, el mandatario egipcio Abdel Fattah al Sisi y el rey Abdalá II de Jordania,
“la gobernanza, la ley y el orden, y la seguridad en Gaza, así como en todos los Territorios Palestinos, deben ser responsabilidad exclusiva de una Autoridad Palestina fortalecida, con respaldo regional e internacional”.
Y por si había dudas: Hamas queda fuera del esquema. Macron fue enfático al afirmar que el grupo islamista “debe dejar de constituir una amenaza para Israel”, como si el problema de fondo fuera simplemente una cuestión de administración territorial y no un conflicto profundamente enraizado en décadas de ocupación, desigualdad y violencia.
En la misma cumbre, los tres dirigentes pidieron a la comunidad internacional —esa figura difusa que aparece en cada comunicado— que presione para detener los ataques, restablecer un cese al fuego y permitir el ingreso de ayuda humanitaria. Es decir, lo mismo que se viene pidiendo desde hace meses, con resultados limitados, por decir lo menos.
Macron también respaldó el plan de reconstrucción egipcio aprobado por la Liga Árabe, una especie de hoja de ruta que plantea cómo levantar Gaza de los escombros… una vez que dejen de caer bombas.
El rey Abdalá II fue más directo y advirtió que los ataques continuos “socavan todos los esfuerzos diplomáticos y humanitarios y amenazan con sumir a toda la región en el caos”. Una lectura optimista de la realidad actual.
También reiteró el rechazo de Jordania al desplazamiento forzado de la población palestina y a las medidas unilaterales en Cisjordania, además de expresar preocupación por las constantes violaciones en los lugares sagrados de Jerusalén.
Los tres líderes concluyeron destacando la urgencia de retomar un proceso político serio que conduzca a la creación de un Estado palestino con Jerusalén Este como capital. Una solución que suena cada vez más como una idea olvidada en el fondo de algún cajón diplomático.
Mientras tanto, Gaza sigue esperando. Y la “comunidad internacional”, como siempre, sigue discutiendo.